Sergio Vicio



-¿Pero conocen a otros punks?

Le gustó su propia pregunta. Debería haberla hecho al principio. Era una trampa perfecta. Era como si a alguien le preguntaban si conocía otros seres humanos. Si le respondían por la negativa, que era obviamente lo que querían hacer, pondrían de manifiesto su mala fe. No sabía qué beneficio podía reportarle, pero al menos tendría una respuesta.

Mao volvió a entrecerrar los ojos. Era demasiado inteligente para no ver toda la dimensión de la celada. Pero no daría el brazo a torcer. Eso nunca.

-¿Qué importancia tiene? - dijo -. ¿Por qué te empeñás en hacernos hablar de lo que no queremos?

-Hicimos un pacto.

-Está bien. ¿Qué habías preguntado?

Marcia, implacable:

-Si conocen otros punks.

Mao, a Lenin:

-¿Vos conocés a alguno?

- A Sergio Vicio.

- Ah, sí, cierto, Sergio. . .- se volvió a Marcia-. Es un conocido nuestro, ahora hace mucho que no lo vemos, pero es un excelente caso. Es una pena que no llevemos encima una foto de él. Tocaba el bajo en una banda, estaba siempre drogado, y era muy buen chico, y debe de seguir siéndolo, aunque un poco loco, desconectado.



César Aira, La prueba

(1992)


No hay comentarios: