Cinco motivos



Cinco motivos para leer El día de la independencia, de Richard Ford.



1. Describe con agudeza y bastante desprecio las delicias del mundo adulto en un suburbio norteamericano: el trabajo de nueve a cinco, el divorcio, la fuga de cualquier expectativa, lo difícil que es conseguir buen sexo, la noble tarea de reconstruir una relación imposible con un hijo adolescente.

2. Muestra lo fácil que es conseguir y lo difícil que resulta sacarse de encima todas las comodidades burguesas manteniendo la misma actitud frente a los objetos y las personas. Richard Ford hace de su personaje, Frank Bascombe un militante del tedio y la abyección, un personaje sin carisma ni opciones.

3. Está escrita con tono seco y quirúrgico, cada palabra ocupa el lugar que debe en la frase. Aun así, no tiende a la concentración: todo lo contrario, la novela es una continua fuga que acompaña los desvíos cobardes del personaje. Donde no hay acción, hay narración ocupando su lugar.

4. Es lenta, minuciosa, desesperante. La mirada detallista de Bascombe dibuja de a poco una suerte de sueño americano disidente, sin el oropel de Philip Roth ni la parafernalia pedorrera de Bukowsky.

5. Le podés decir a tus amigos que leíste un libro de seiscientas páginas y que, más allá del título, no hay ni un solo extraterrestre.



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