Ética profesional



Te dije que era demasiada parrilla –le reprochó Mujica-. Entró en shock, nadie resiste tanto. Mientras estaba conciente vaya a saber qué cosa lo hacía callar: los ideales, no convertirse en un delator, no saber nada en serio, o colgarse de alguna puta idea que no tiene nada que ver con todo esto. Te dije, el tipo no está acá, está colgado de algo. El cuerpo está, pero la cabeza se voló, se desprendió el alma del cuerpo. Vaya a saber dónde… pero es la única manera. Lo experimenté en mí mismo: hasta donde pude aguantar el dolor. Lo hice, y la única manera era no esta ahí. Pensaba en la primera mujer que me cogí, en el color de un perro que tuve cuando era chico y se perdió una Navidad. Me picanié hasta que me desmayé.



Luis Gusmán, Villa

1995


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