Nada peor que casarse un día lluvioso.
Mañana entera de cepillo y brushing
para llegar sin tocado
salteando las baldosas embarradas y el vestido
alzado por la mano del anillo. En cambio a ella
no le importó si tronaba o salía el sol
porque cayó al civil con borceguíes,
ropa de cuero y en el pelo un lío.
Venía preparada para todo
y se rió cuando le hablaba el juez
del amor y de los hijos.
Un escándalo es nada, no hubo arroz
ese jueves ni vals por la noche. Bailamos
hasta que se hizo el día. La novia, loca
de contenta, dijo "es lo que quise:
regalos y una fiesta"
Paula Jiménez, de La mala vida
2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario